la investigacion de los fosiles de la evolucion
viernes, 27 de noviembre de 2015
LA IMPORTANCIA CIENTÍFICA DE LOS FOSILES
Los fósiles tienen una importancia considerable para otras disciplinas, como la geología o la Biología evolutiva, son las aplicaciones prácticas de la Paleontología.
Basándose en la sucesión y evolución de las especies en el curso de los tiempos geológicos, la presencia de fósiles permite datar las capas del terreno (Bioestratigrafía y Biocronología), con mayor o menor precisión dependiendo del grupo taxonómico y grado de conservación. Así se han establecido la mayor parte de las divisiones y unidades de las escalas cronológicas que se usan en estratigrafía.
Los fósiles tienen una importancia considerable para otras disciplinas, como la geología o la Biología evolutiva, son las aplicaciones prácticas de la Paleontología.
Basándose en la sucesión y evolución de las especies en el curso de los tiempos geológicos, la presencia de fósiles permite datar las capas del terreno (Bioestratigrafía y Biocronología), con mayor o menor precisión dependiendo del grupo taxonómico y grado de conservación. Así se han establecido la mayor parte de las divisiones y unidades de las escalas cronológicas que se usan en estratigrafía.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
ORIGEN DEL TERMINO DINOSAURIO.
La palabra dinosaurio se pronunció por primera vez en el siglo XIX. El anatomista británico Richard Owen creo este termino. Este anatomista tuvo que hacer una exposición de los reptiles fósiles descubiertos en su país. Distinguio tres esqueletos que no concordaban con ningún otro fósil o animal viviente. Eran enormes reptiles terrestres del tamaño de un elefante. Los denominó dinosaurio, de griego deinos y saurio, que quiere decir ‘reptil terrible’.
En el mundo occidental, eminentemente católico, las explicaciones a los restos hallados debían cuadrar siempre con la Biblia. Las conchas marinas que aparecían en las montañas se enmarcaban en el drama del Diluvio Universal y otros tantos fósiles se asumían como restos de especímenes excepcionales de seres que aún habitaban la Tierra. Debía ser así porque según la religión La Creación era un proceso divino perfecto y por lo tanto ningún ser concebido por Dios se podría extinguir.
En 1770 el anatomista francés George Cuvier, padre de la anatomía comparada, rompió la baraja. Él estaba convencido de que no había que buscar los muertos entre los vivos, que algunas especies habían desaparecido para siempre.
Unos años después otros científicos se animaron a seguir la senda abierta por Cuvier. En la década de 1820 el médico Gideon Mantell muy aficionado a la geología encontró junto a su mujer Mary Mantell en sus paseos por el campo en Sussex unos dientes de gran tamaño en rocas de la Era Mesozoica, hoy conocida como a Era de los dinosaurios. Concluyó tras muchas vueltas que se trataba de un gigantesco lagarto herbívoro de 12 metros de largo, al que llamó Iguanodon, por su parecido con las iguanas actuales.
En esa misma década el reverendo inglés William Buckland describió la mandíbula de un gran reptil carnívoro descubierta al norte de Oxfordshire. Lo llamó Megalosaurus. Un par de décadas después, cuando Owen acuñó el término dinosaurio, estos reptiles gigantes ya despertaban tanto o más fascinación que hoy en día. Hoy se conocen más de 800 tipos de dinosaurios.
Trilobites
La historia de la evolución se puede inferir de organismos vivos, solo los paleontólogos, los científicos que estudian el registro fósil pueden encontrar evidencia directa de esa historia. Podemos observar, medir, y registrar las diferencias y las semejanzas anatómicas.
Amonites
El registro fósil nos dice de la existencia de innumerables criaturas que no han dejado ningún descendiente vivo, de grandes episodios de extinción y de la diversificación y de los movimientos de los continentes y de los organismos que explican sus actuales distribuciones.
Así como la evidencia en dos temas particularmente importantes: Transformaciones en linajes particulares y cambios en un cierto plazo la diversidad biológica.
Aproximadamente 250.000 especies de fósiles que han sido descritas en estudios anteriores, representan mucho menos del 1% de las especies que vivieron en el pasado.
Así como la evidencia en dos temas particularmente importantes: Transformaciones en linajes particulares y cambios en un cierto plazo la diversidad biológica.
Aproximadamente 250.000 especies de fósiles que han sido descritas en estudios anteriores, representan mucho menos del 1% de las especies que vivieron en el pasado.
El primer fósil de la Historia: “Scrotum Humanum”
El registro oficial del primer fósil de dinosaurio, tuvo como objeto un fémur, y se produjo 1677. En esa época fue interpretado como un «resto petrificado de elefante o de gigante humano” Sí, habéis leído bien, en aquella época aún se creía en la existencia de gigantes fantásticos.
Sin embargo no fue hasta el año 1763 que un naturalista, llamado Richard Brookes, describió aquel resto fósil con el nombre Scrotum Humanum. No creo que haga falta traducir este latinismo.Muchos de vosotros estaréis pensando la razón de tan curioso nombre. Bien, para despejar la incógnita. El fósil de este fémur guardaba un gran parecido con la forma de unos genitales humanos.
El primer fósil de dinosaurio de la Historia: el Scrotum Humanum
La denominación de “Scrotum humanum” ha llegado a ser propuesta como la primera nomenclatura válida de un dinosaurio, pero en su momento, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica lo descartó, prefiriendo el nombre de Megalosaurus (lagarto enorme), término por el que desde entonces se conoce a un género de terópodos que vivió al final del periodo jurásico en lo que hoy sería Europa, Asia y América.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)